En homenaje a los 50 años de Rayuela de Julio Cortázar, decidimos comenzar a leer sobre el. Pero sobre lo que el eligio como sus cuentos favoritos ¿Que le gustaba leer a él?
Es asi que en el mes del libro se crea el "club de lectura"y comenzamos a leer Cuentos inolvidables según Julio Cortázar.
Selección de Julio Cortázar “¿No es verdad que cada uno tiene su colección de cuentos? Yo tengo la mía...” Así se pronunció Julio Cortázar en una conferencia que llamó “Algunos aspectos del cuento” y en muchas otras oportunidades manifestó su admiración por ciertos cuentos que le resultaban inolvidables. Esas declaraciones han inspirado la presente antología, que reúne un variado grupo de magníficos relatos.
Recién comenzamos a leer, estás a tiempo de sumarte... Vamos te esperamos en la biblioteca!!!
Un poco mas de este brillante escritor
http://sarafaciofotografias.blogspot.com.ar/p/julio-cortazar.html
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No hizo una literatura fantástica opuesta a una literatura de la realidad, sino que hizo una literatura de la realidad y, por lo tanto, hizo una literatura fantástica. | Eduardo | Galeano |
Cortázar
Recibo un recordatorio de la Editorial Nueva Nicaragua acerca del libro‑homenaje que prepara con el título de Queremos tanto a Julio, dedicado a JuIio Cortázar y con testimonios de muchos escritores amigos a quienes se les ha pedido lo mismo. He enviado sólo media cuartilla, aduciendo que el afecto no es cosa de muchas explicaciones. Otra cosa sería ‑señalo en ella‑ si el libro llevara por título Admiramos tanto a Julio o algo así, caso en el cual el número de páginas de mi contribución sería muy alto.
Ya para mí ahora, recuerdo el alboroto que en los años sesenta armó su novela Rayuela, cuando las jóvenes inquietas de ese tiempo se identificaron con el principal personaje femenino, la desconcertante Maga, y comenzaron a imitarla y a bañarse lo menos posible y a no doblar por la parte de abajo los tubos de dentífrico, como símbolo de rebeldía y liberación; y luego los cuentos de Julio, que eran espléndidos y existían desde antes pero que gracias a Rayuela alcanzaron un público mucho mayor; y más tarde sus vueltas al día en ochenta mundos y, como si esto fuera poco, sus cronopios y sus famas; y uno observaba cómo, fascinados por las cosas que veían en estos seres de una nueva mitología que suponían al alcance de sus mentes, los políticos y hasta los economistas querían parecer cronopios y no solemnes, y lo único que lograban era parecer ridículos. De todo esto, de sus hallazgos de estilo y del entusiasmo que despertó entre los escritores jóvenes, quienes a su vez se fueron con la finta y empezaron a escribir cuentos con mucho jazz y fiestas con mariguana y a creer que todo consistía en soltar las comas por aquí y por allá, sin advertir que detrás de la soltura y la aparente facilidad de la escritura de Cortázar había años de búsqueda y ejercicio literario, hasta llegar al hallazgo de esas apostasías julianas que provisionalmente llamaré contemporáneas mejor que modernas; y sus encuentros de algo con que creó un modo y ‑hélas‑ una moda Cortázar, con su inevitable cauda de imitadores. Los años han pasado y bastante de la moda también, pero lo real cortazariano permanece como una de las grandes contribuciones a la modernidad, ahora sí, la modernidad, de nuestra literatura. La modernidad, ese espejismo de dos caras que sólo se hace realidad cuando ha quedado atrás y siendo antiguo permanece.
Augusto Monterroso - La letra E.
Rayuela - Capítulo 7
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Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos... |
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.
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